Un entorno agradable y sosegado donde el suave sonido del vaivén de las olas y la brisa marina acaricia los oídos; donde la infinitud de tonos verdes del escarpado de la costa compite con la amplia gama de azules del horizonte, complaciendo a la vista; donde el suave olor a mar se mezcla con el de la hojarasca para producir sensaciones tan puras y de tal sencillez que ponen en consonancia cuerpo y mente.
La tranquilidad emana de este paraje inigualable en el que estamos situados y, como contraste, ponemos a su disposición todas las comodidades que un viajero del siglo XXI puede necesitar. Así, en nuestra finca de 1.000 m2 provista de terrazas, jardines y aparcamiento, podrá valerse de nuestro servicio de lavandería, conexión a internet, información turística… mientras disfruta de sabrosos desayunos elaborados con productos caseros en la cafetería de la primera planta o de un aperitivo servido en la terraza exterior o mientras se relaja en el sala con juegos de mesa, prensa y TV.